Cuando me levanto para ir a
Cuando ando con la toalla como turbante y enciendo la tele al Buenos Días a Todos, siendo las 08.46, pienso y me lamento: Que tengo que ir a
Salgo de la casa, pensando: que tengo lata de hacer todo, que quiero estar en mi cama y que no quiero hacerle un trabajito a nadie más. Camino con frío, sueño y hambre entre las casas residenciales de olor a pan tostado, en las que existe un sonido ambiental pintoresco: la mezcla entre las canciones de Ricardo Arjona y el de una señora que pasa la aspiradora con esmero. Sólo pienso en que me gustaría estar viendo
Yo no sé cómo el gobierno, los psicólogos, los religiosos, quieren que una sea feliz en estas condiciones. Pienso todo el camino, echando putiás del mundo. No pienso nada lindo, hasta que recuerdo algo o alguien y se me cambia el switsh a color a rosa, pero eso recién ocurre cuando ya estoy llegando al paradero 14 de
Ya me iré a estudiar, en vez de dormir, que eso debería estar haciendo ahora. Mentira esa volá de que yo hago lo que quiero y cuando quiero. Mentira, el mundo es pura mentira con eso. Teni que hacer siempre todo, porque HAY que hacerlo. Mal.
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