martes, 31 de mayo de 2011

A lo choriza

Cuando me levanto para ir a la U cada mañana y me meto a la ducha, perdiendo mi tiempo en regular la temperatura del agua: que está demasiado caliente, que se me está volviendo fría, que no quiero salirme de la ducha porque me da frío, pienso: No quiero más.

Cuando ando con la toalla como turbante y enciendo la tele al Buenos Días a Todos, siendo las 08.46, pienso y me lamento: Que tengo que ir a la U, que tengo que leer en la micro, que en la tarde tengo que estudiar, que no sé qué voy a comer de almuerzo.

Salgo de la casa, pensando: que tengo lata de hacer todo, que quiero estar en mi cama y que no quiero hacerle un trabajito a nadie más. Camino con frío, sueño y hambre entre las casas residenciales de olor a pan tostado, en las que existe un sonido ambiental pintoresco: la mezcla entre las canciones de Ricardo Arjona y el de una señora que pasa la aspiradora con esmero. Sólo pienso en que me gustaría estar viendo La Jueza, o picando las papas y las zanahorias pa’ el almuerzo de los niños, y no andar bajando un cerro, para tomar un bus interurbano, su MB74, matá de frío y con desgano.

Yo no sé cómo el gobierno, los psicólogos, los religiosos, quieren que una sea feliz en estas condiciones. Pienso todo el camino, echando putiás del mundo. No pienso nada lindo, hasta que recuerdo algo o alguien y se me cambia el switsh a color a rosa, pero eso recién ocurre cuando ya estoy llegando al paradero 14 de La Florida.

El sábado pasado un taxista me dijo: “Mija, la vida es linda, el hombre se la complica”. Y yo tengo mi refutación al respecto: “Sí, es bkn, pero no es bkn cuando tení que ir a la U a las 10 de la mañana, cuando Quiero seguir durmiendo y tení que entregar un lote de trabajos en una semana.”… A lo que me doy cuenta que él tenía una mediana razón: El hombre, los “otros” hombres, que me ponen tantas exigencias, no yo, son los que me embarran la vida. Eso pasa.

Ya me iré a estudiar, en vez de dormir, que eso debería estar haciendo ahora. Mentira esa volá de que yo hago lo que quiero y cuando quiero. Mentira, el mundo es pura mentira con eso. Teni que hacer siempre todo, porque HAY que hacerlo. Mal.

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