El sonido de los tacos golpeando los adoquines mojados, era el tictac del segundero que se cansa, que ya termina y nos separa. Era el suelo un espejo fragmentado: las luces multicolores de una pasarela de nostalgia y desencuentro. Era una despedida más en la colección que teníamos de ellas. La esquina de la calle, el movimiento de tus labios carmín pálido, tus pecas amarillas, y mi mano cruzando lo castaño de tu pelo y la despedida más larga, infinita.
Somos tan semejantes en lo distinto, nuestro pecho palpita, nuestro corazón de algodón se ha convertido en una esponja de lágrimas. Apenas nos vemos, y ya tenemos miedo. Miedo de la despedida, que se hace larga, se hace infinita. Hace que el calor se vuelva tibio y nos enfríe. Ojalá pudiese llevarte conmigo. Que te enredes en mi pelo, que tu mano se fusionara con la mía. No quiero ser desterrada más de tu cuerpo, necesito fundirme en el calor de tu cuello, tenerte de almohada y ser tú en lo eterno. Que seas mi abrigo gris de invierno. Quiero tenerte dentro, como te siento cuando estás conmigo. Se viene el caos, me das un beso, nos despedimos, caminas, me muero.
Feliz Cumplemes mi amor :)
No hay comentarios:
Publicar un comentario